lunes, 22 de octubre de 2018

Nuestros actos tienen consecuencias

Nunca hagan nada, sin mirar las consecuencias que van a traerles esa acción, pues el resultado que se espera no siempre es el que uno quería, siempre asegúrese que si no está dispuesto a sufrir cualquier consecuencia que le produzca esa acción, no la haga y menos con trampas.

Mt 12:33-37 (NBJ)
(Mt 12:33 [NBJ])
"Suponed un árbol bueno, y su fruto será bueno; suponed un árbol malo, y su fruto será malo; porque por el fruto se conoce el árbol.

(Mt 12:34 [NBJ])
Raza de víboras, ¿cómo podéis vosotros hablar cosas buenas siendo malos? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.

(Mt 12:35 [NBJ])
El hombre bueno, del buen tesoro saca cosas buenas y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas.

(Mt 12:36 [NBJ])
Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio.

(Mt 12:37 [NBJ])
Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado."

Cuando tengas un problema con alguien siempre dile lo que sientes no te quedes callado o con miedo de perderle, porque más rápido lo perderás porque el problema se hará cada día más grande y afectará tu salud mental y física.

Pues no es el caso de que Dios solucione la vida de todos con la muerte del individuo malo, solo que si ese individuo se porta mal hasta su tiempo de muerte, vivirá para morir y que todos los celebren.

El motivo de su muerte es indiferente para Dios, pero sus acciones harán que nadie lamente su muerte y lleve su alma al infierno.

Tal vez piense el individuo, que el tener conocimiento de su muerte es un castigo de Dios por sus malas acciones, pero en realidad es un acto de un gran amor que Dios le tiene, pues le está dando la oportunidad de cambiar y salvar su alma.

Las personas no lo entienden así porque sus corazones están llenos de odio,  pues piensan que Dios piensa como hombre, cuando no es así, hay personas que son buenas toda su vida y hay personas que son malas toda su vida, según su elección en sus actos pueden ser muy buenas o muy malas o cambiar de bueno a malo o viceversa.

Todos tenemos derecho a elegir el bando, nadie nos obliga a nada, Dios solo pone sus reglas para que pertenezcas a su equipo y el maligno pone las suyas, por eso según nuestros actos somos hijos de Dios y según nuestros actos somos hijos del diablo.

Cuando la persona tiene odios y resentimientos con alguien sus avistamientos de espíritus y problemas en casa no cesan, esto pasa también cuando debes pedir perdón y no lo haces  por algún motivo.

Por eso Cristo nos manda a perdonar y a pedir perdón, para que el maligno no se pueda aprovechar de la situación y nos pueda hacer daño empeorando la situación con la persona con quien estamos resentido o le debemos una disculpa.

Por eso en el Padre Nuestro nos comprometemos a perdonar así como queremos que nos perdone Dios y pedir perdón a nuestro prójimo como dice la Biblia confesando nuestros pecados los unos a los otros, o sea, pidiendo perdón al que hemos ofendido, porque de los pecados de los que no nos arrepintamos y perdonemos en la tierra nos atará en el cielo.

No podemos aceptar y consentir el pecado de nuestros seres queridos ya sean familiares o amigos, pues el daño no es solo para el pecador, si no que tú también eres afectado por su pecado, ya que ocultas y justificas ese pecado, cayendo tú en un pecado sin arrepentimiento, atrayendo espíritus y con ellos mala suerte.

No justifiques el pecado, busca hablar con tranquilidad con la persona, pues es de humanos errar, pero es de hijos de Dios amar y corregir al que está mal, por que si no te conviertes en parte del problema y no de la solución.

Mt 18:15-20 (NBJ)
(Mt 18:15 [NBJ])
"Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.

(Mt 18:16 [NBJ])
Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.

(Mt 18:17 [NBJ])
Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.

(Mt 18:18 [NBJ])
"Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.

(Mt 18:19 [NBJ])
"Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos.

(Mt 18:20 [NBJ])

Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."