La marca de la bestia

El verdadero significado de la marca de la bestia

Todo aquel que no obedezca los mandamientos que nuestro Padre en unión con su hijo Jesucristo, el cual nos ha dejado y sigue otras enseñanzas, que no son las de Él, estará aceptando la marca de la bestia en la mano y en la frente.

¿Por qué en la frente? porque de ahí surge nuestros pensamientos y si estos son malos, como las maquinaciones para llevar a cabo cualquier tipo de malas acciones, como las envidias los celos, las discordias y con la mente desobedecemos los mandatos que Dios nos da,  etc.

¿Por qué en la mano? porque con las manos hacemos las obras, como por ejemplo, los asesinatos, los robos, las agresiones físicas, etc, no es como muchos dicen, que le han dado una connotación material, como si es determinado hombre o el nombre de un hombre o un chip que se implanta en la mano o en la cabeza,  esto lo podemos encontrar en el libro de Apocalipsis en el capítulo 13, versículo del 1 al 6 y dice: 

  

Y vi surgir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas,  y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos.  La bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso y las fauces de león; y el dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.  Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la Tierra entera siguió maravillada a la bestia.  Y se postraron ante el dragón, porque había dado el poderío a la bestia, y se postraron ante la bestia diciendo: "¿Quién como la bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?".  Le fue dada una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses.  Y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el Cielo (...)

Mas no siempre el mal triunfará sobre el bien, esto lo podemos ver en Apocalipsis 14, versículo del 6 al 12 y dice: 

Luego vi a otro ángel que volaba por lo alto del cielo y tenía una buena nueva eterna que anunciar a los que están en la Tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo.

Decía con fuerte voz: "Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio; adorad al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales de agua."

Y un segundo ángel le sigue diciendo: "Cayó, cayó la gran Babilonia, la que dio a beber a todas las naciones el vino del furor."  Un tercer ángel le siguió diciendo con fuerte voz: "Sí, si alguno adora a la bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, tendrá que beber el vino del furor de Dios que está preparado puro en la copa de su cólera. 

Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos y delante del cordero.  Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos, no hay reposo, ni de día ni de noche para los que adoran a la bestia, ni para el que acepta la marca de su nombre."  Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

La Biblia, cuando da profecías, nunca se refiere a cosas materiales siempre, sobretodo, cuando profetiza acerca de gobernantes, siempre se refiere a lo espiritual, pues los gobernantes, sólo importan, cuando éstos son de tipo religioso, ya que son éstos, los que pierden a la gente como dice Jesucristo: "Son guías ciegos que guían otros ciegos y los dos caerán en el hoyo".

¿Qué es lo que el Señor Jesucristo aborrece?

Apocalipsis 21, versículo 8 y dice:

Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.

Evangelio Según San Mateo, capítulo 4, versículo del 8 al 10.

Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: "Todo esto te daré si postrándote me adoras."  Dícele entonces Jesús: "Apártate Satanás, porque está escrito: 

Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a ÉL darás culto"